miércoles, 23 de octubre de 2013

España ha protagonizado una de las mayores subidas de impuestos en los últimos años

España demuestra que tener impuestos altos no significa recaudar más 

Eurostat ponen de relieve el ineficiente modelo fiscal español y el enorme lastre que supone el fraude en la economía. 

España ha protagonizado una de las mayores subidas de impuestos en los últimos años para sortear la crisis fiscal, y aun así su capacidad recaudatoria sigue siendo de las más ineficaces en la UE y, especialmente, en la zona euro. 

Sus ingresos supusieron el 37,1% del PIB en el ejercicio de 2012, solo por detrás de Irlanda y Eslovaquia dentro del marco de la moneda común, según datos publicados ayer por la oficina estadística europea, Eurostat. 

La tributación española tiene el dudoso honor de ostentar los tipos marginales más altos de los países europeos: en IRPF, solo Bélgica y Suecia cargan más las rentas del trabajo y el capital; el impuesto de sociedades grava más de lo que lo hace en Suecia, Alemania o Reino Unido, y el IVA, aunque en la tabla baja, tiene el mismo nivel que Italia, Bélgica y Holanda. 

Los otros ránkings de Eurostat 

1. Líderes en el déficit público: España lidera el ránking de déficit público en 2012, según las estadísticas publicadas ayer por Eurostat. El desequilibrio presupuestario del Estado alcanza el 10,6% del PIB, incluyendo las ayudas a la banca, siendo el único país con números rojos de dos cifras. Los que más se le acercan son Grecia, con un 9%, e Irlanda, con el 8,2%. La media de la UE es del 3,9%, mientras que en la zona euro se reduce hasta el 3,7% en 2012. 

2. La deuda pública en el 86%: La deuda pública en España alcanzó el 86% del PIB en 2012, hasta alcanzar los 884.653 millones de euros. Esta cifra se coloca por encima de la media de los 28 Estados miembros, que en conjunto tuvieron un pasivo del 85,1%. Sin embargo, se mantiene por debajo de la media de la zona euro, que en 2012 supuso el 90,6%. El Gobierno prevé que la deuda alcance el 98,9% este año, pero que escale por encima del 100% a partir de 2015. 

3. En la tabla baja de gasto público: También en términos de gasto público, España se sitúa en las zona baja de la tabla, aunque sin ocupar los puestos de cola que protagoniza por el lado de los ingresos. El volumen de gasto público alcanzó el 47,8% del PIB en 2012. La media de la Unión Europea fue del 49,3%, y la de la zona euro supuso el 49,9% del PIB. La cifra española es similar a la de Reino Unido (47,9%), pero superior a la de Alemania, donde se situó en el 44,7%. Los datos de Eurostat ponen de relieve el ineficiente modelo fiscal español y el enorme lastre que supone el fraude en la economía. 

No es la única nación europea que se ha visto obligada a subir impuestos en los últimos años. Pero sin duda, es la que menos frutos ha sacado de ello: Portugal y Grecia, atacadas por la misma crisis de la periferia que España, tienen una recaudación varios puntos superior. 

El Estado luso recauda el 40,9% de su PIB en impuestos, mientras que Atenas alcanza el 44,6%. Irlanda, también afectada por la recesión y considerada prácticamente un paraíso fiscal para las empresas, tiene unos ingresos fiscales del 34,5% del PIB, solo 2,5 puntos porcentuales menos que España. 

Sin embargo, Dublín ha fijado un tipo de Sociedades del 12,5%, mientras que en España alcanza el 30%. Eslovaquia, el otro país del euro con menor presión fiscal, tiene un tipo marginal de IRPF del 19%, y acaba de rebajar el tipo de Sociedades al 22%. A mucha mayor distancia se encuentran los países de referencia europeos. Alemania tiene una recaudación del 44,8% de su PIB; Francia alcanza el 51,8%, y Reino Unido se sitúa en el 41,8%. La media de la zona euro se coloca en el 46,3%, casi diez puntos por encima de España, mientras que en el conjunto de la UE tiene un peso del 45,4%. 

El Gobierno español prepara una reforma fiscal completa, que estará lista en el primer trimestre de 2014 y que debe, precisamente, remediar estos desajustes. El think tank Fedea ya abordó la semana pasada este problema, y señaló que España solo recauda por IRPF el 7,4% del PIB, mientras que la media de la UE supone el 9,2%, aunque el tipo medio es mucho menor. A pesar de las reiteradas subidas de impuestos, España ha realizado pocos avances en esta materia a lo largo de los últimos años: la recaudación en 2010 alcanzaba el 36,7% del PIB; en 2011 fue del 36,2%, para ascender al 37,1% actual. 

Por el camino, se han tocado al alza casi la totalidad de los grandes impuestos. El Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero subió el tipo general del IVA del 16% al 18% en 2010, y Rajoy hizo lo propio en 2012 elevándolo hasta el 21%. Rajoy elevó también el IRPF en lo que llamó “recargo temporal de solidaridad” que, en teoría, deberá desaparecer en 2014, dejando el impuesto solo por detrás de Suecia y Bélgica. Las autonomías, que tienen capacidad normativa, han elevado a su vez sus tramos, llegando a alcanzar el 56% en el caso de Cataluña, a la altura de Aruba.