martes, 22 de octubre de 2013

¿Debemos alegrarnos del aumento de la inversión extranjera y la vuelta de las empresas españolas?. Rajoy carga todo el sacrificio sobre las clases medias y trabajadoras.

El PP vende "Barato, barato", tras los recortes de nuestro salario, nuestras pensiones......

España se encuentra entre los diez países que previsiblemente más inversión extranjera van a atraer en los próximos años, y que más inversiones nacionales van recuperar, lo cual en sí es bueno, aunque no tanto si se piensa que para lograrlo el sacrificio lo están realizando las clases medias y trabajadoras

La mejora de la competitividad se está produciendo a costa de una devaluación interna, con dos efectos: estancamiento de los precios, que sólo suben lo que suben los impuestos, y bajada salarial, que desde el 2010 se estima en un 4% y que sumando el IPC de este periodo, pasa a colocarse en un 12% real. 

Esto indudablemente atrae a los inversores y estimula la producción de bienes de exportación, ante el hundimiento de la demanda interna. Sólo falta entre estas medidas la puesta a disposición de cada trabajador de un kit completo de empleado de país emergente, que incluye taparrabos, manta raída para dormir en el puesto de trabajo y cuenco donde poder comer el arroz diario de sustento.

Ya no es tan productivo fabricar en China, la pronunciada subida de salarios en los últimos años (de hasta un 400% de media), unido a la mejora de las condiciones de vida y de trabajo que cada vez se demandan más en aquel país, ha llevado a que ya no sea tan rentable establecer una fábrica allí. 

Pero no es sólo en China donde las empresas españolas están dejando de invertir, la bajada de los costes laborales en España ha motivado que en 2012 la inversión española en el extranjero haya disminuido un 62,5%, a lo que hay que añadir una desinversión de casi 13.000 millones de euros, observándose un retorno de empresas, sobre todo en el sector textil. Así, en éste, por ejemplo, que cuenta con 135.000 trabajadores en España (en los 90, antes del boom de la deslocalización, fueron 300.000), ha regresado el 15% de las empresas que exteriorizaron su producción, y la tendencia, no sólo continua, sino que además va en aumento y es común en todos los países occidentales.