lunes, 22 de abril de 2013

En el instituto de ficción, al profesor no se lo ponen fácil...

Jose Mª Martinez del Campo 

ESCRITOR

Este docente ya jubilado autoedita 'La bofetada del profesor', una historia que acerca los temas que ocurren hoy en cualquier clase

«Esta novela es muy didáctica y ofrece siempre un camino en positivo»



-Yo he sido profesor hasta hace poco más de un año, y la novela podría suceder este mismo curso. Está de muchísima actualidad. 

El lenguaje que utilizo es el de las aulas y se plantean problemas como el respeto, el trabajo, el botellón, las relaciones sexuales sin protección, los castigos... A lo mejor a alguien no le gusta, pero este hombre pone castigos con memoria, de esos que te recuerdan lo que hiciste mal. Yo diría que esta novela, además de muy entretenida, es muy didáctica, una obra en positivo. Es una novela dura, pero tiene momentos tiernos, y a algunas de las personas que la han leído se les ha escapado alguna lágrima


«Aunque le sobraban horas de vuelo, era un maestro novato; le faltaba experiencia docente, pero respiraba coraje. Donde la mayoría se echaba atrás, él sacaba pecho». Así describe José María Martínez del Campo (JM Campo) a Antonio Becerra, el protagonista de su última novela. 'La bofetada del profesor se presentará hoy a las 19.30 horas en la librería Santos Ochoa de Doctores Castroviejo, y mañana a las 20 horas en el centro cultural Caja Rioja Gran Vía, con presentación del escritor Javier Casis

-¿Cómo surgió en su cabeza la historia de este profesor?

-Este personaje no había surgido para esta novela, sino como protagonista de una novela de viajes que estaba escribiendo. En aquella historia no era profesor, pero después ha ido evolucionando hasta ser un maestro novato que tiene, en un primer momento, un problema con un chaval, y se verá contra las cuerdas.

-Los espacios que aparecen en la novela llevan nuestra imaginación a la zona del instituto Sagasta...

-El protagonista cae en un instituto que yo hago que parezca el Sagasta. No tiene nada que ver con el instituto o la gente que hay allí, todo es ficción. Pero lo ubico en ese espacio porque es un centro que ha vivido tres siglos y que es importante en Logroño.
























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