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| Erro debe dar explicaciones |
ERRO debe responder por la perdida total del aval de medio millón de euros (500.000) a Jesus Martinez Ruiz S.L.
¿Qué está pasando en la ADER? ¿Cómo se gasta el dinero de todos? ¿Qué criterios objetivos se tienen en cuenta para apoyar con dinero de todos a empresas que son claramente inviables mientras se deja en la estacada y se ha dejado morir a otras empresas que podían ofrecer más garantías? ¿Quién decide realmente en la ADER? ¿Hay criterios financieros y económicos objetivos? ¿Hay criterios estratégicos? ¿O solamente es la decisión personal de Pedro Sanz la que determina a qué empresas se ayuda y a qué empresas se las deja caer?
Ni más ni menos que medio millón de euros que el Gobierno de La Rioja ha perdido definitivamente debido a la pésima gestión realizada por el consejero Javier Erro que, a nuestro juicio, no puede ocultar un claro trato de favor hacia una empresa determinada, trato de favor que nosotros consideramos que es la única razón por la que se ha perdido ese dinero público.
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| 500.000 € perdidos |
Javier Erro mentía cuando declaraba que iban a recuperar el dinero del aval concedido a Jesús Martínez Ruiz S.L., porque para la concesión de ese aval de 500.000 euros, el Gobierno de La Rioja no exigió a la empresa ningún tipo de garantía que asegurara la recuperación de la inversión en caso de incumplimiento. Y no lo exigió a pesar de que todos los informes internos que se realizaron por la ADER para informar la concesión del aval, aconsejaban la exigencia de ese tipo de garantías, como viene siendo habitual con otras empresas.
Descubrimos que el Consejero de Empleo que considera que los parados son unos privilegiados porque algunas peluquerías les ofrecen descuentos, privilegia a determinadas empresas a las que no exige garantías en la concesión de avales, en contra del criterio de sus propios técnicos.
Descubrimos que el Consejero, Erro, tiene cosas importantes que ocultar y por eso no facilita toda la información que está obligado por Ley a ofrecer a los diputados. Descubrimos que la transparencia de la que alardea el Gobierno es pura fachada y que se ocultan bastantes más cosas de las que pensamos.
