miércoles, 20 de febrero de 2013

Un año de  reforma laboral. 

Entre la precariedad y el desempleo.

Acaba de cumplirse el primer aniversario de la aprobación de la Reforma Laboral que el Gobierno del PP, presidido por el desnortado Mariano Rajoy, nos impuso a todos los españoles con la promesa de que era el único instrumento capaz de frenar la sangría del desempleo que sufrimos en España y que incluso iba a ser capaz de ofrecer a las empresas más y mejores instrumentos para flexibilizar las condiciones laborales, evitar despidos e incluso generar nuevos empleos. ¿Merece la pena recordar las cifras históricas de desempleo que hemos alcanzado en este último año para confirmar el estrepitoso fracaso de la política del Partido Popular? 

Un año después, no es necesario ser un experto analista para darse cuenta de que no se ha cumplido ni uno solo de los objetivos que se perseguían con esta Reforma Laboral que ha sido incluso capaz de superar de forma escandalosa, la también fracasada reforma del Gobierno socialista de José Luís Rodríguez Zapatero.

En solo un año, no solo no se ha frenado la oleada de despidos, sino que España ha sumado casi un millón de desempleados más con lo que, según los datos de la EPA que son los que valen a efectos de la UE, España cerró 2012 al borde de los seis millones de parados, con una tasa de desempleo del 26 %. El ritmo de pérdida de empleo fue el año pasado incluso mayor que en 2009. Las familias con todos sus miembros en paro subieron un 16% en 2012 y la tasa de paro juvenil escaló hasta el 55% y el número de afiliaciones a la Seguridad Social ha experimentado un descenso brutal, perdiendo 780.000 afiliados en un solo año que ponen de manifiesto cual es la verdadera situación de un mercado laboral que el Gobierno de Rajoy es incapaz de sujetar y que no puede ocultar una auténtica crisis del sistema.