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| El Ministro legisla contra los ciudadanos |
TODOS CONTRA LAS TASAS
La justicia en España está por los suelos
Los funcionarios escenifican su visión de la justicia en el país con una 'tumbada' de protesta
La mitad de los jueces riojanos respalda la huelga contra las reformas de la judicatura
A lo largo de la jornada de paro, la tercera convocada en democracia, se suspendieron 18 juicios y 21 comparecencias y diligencias en juzgados de primera instancia
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| Protesta (La Rioja) |
Entonces, al igual que ahora, reclamaron una mayor dotación de medios materiales y personales puesto que mientras en España a la Administración de Justicia se destina un 1% del PIB, la media europea es de entre el 3 y el 4%. El presidente del TSJR tiró de otra comparación: si en España hay 10 jueces por cada 100.000 habitantes, la media europea es de 20, lo que «coloca a España en el puesto 36 de los 47 países del Consejo de Europa». ¿La solución? «Crear plazas de jueces y juzgados».
«No contentos con hacer ordinario lo que era excepcional, como el pago de las costas, ahora hay que pagar tasas para interponer un procedimiento civil, contencioso o social», advierte de que peligren derechos como el de la «tutela judicial efectiva», de que el registro civil se privatizará y «se pagará por lo que ahora es gratuito» y de que «se aprovecha la crisis para recortar derechos que nos ha costado décadas conseguir».
Ineptos, corruptos, inútiles
Y mientras «únicamente tenemos políticos ineptos que no supieron ver lo que llegaba, políticos corruptos que se gastan lo de todos y políticos inútiles que no saben sacarnos de la crisis». En opinión de Herrería, «defender lo público es la única fórmula para salir de la crisis», por lo que piden una Justicia que sea un servicio público y gratuito en todas sus materias.
Con Alberto Herrería como maestro de ceremonias, un centenar de trabajadores de la justicia en La Rioja recrearon en las puertas de los Juzgados su visión sobre el actual estado de la cuestión: «La justicia está por los suelos». Con su camiseta amarilla reivindicativa, tumbado sobre los adoquines de Bretón de los Herreros y con sus compañeros siguiendo una coreografía que va para clásica, Herrería remataba de forma gráfica la lectura de un manifiesto que reclama «una justicia pública, ágil y para todos».
